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Destacan aporte de Ingeniería Agrícola en Sello Igualdad de Género PNUD que obtuvo la UdeC

Roberto Fernández / Periodista

Fue una de las dos facultades que se certificaron voluntariamente, incorporando y promoviendo la perspectiva de género en políticas, en prácticas y en procedimientos, lo que está plasmado, además, en su Plan Estratégico.






Autoridades universitarias destacaron el aporte de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC en la reciente entrega del Sello de Oro en Igualdad de Género a la Universidad de Concepción, otorgado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), máximo nivel de certificación en igualdad de género, convirtiéndose la UdeC en el primer plantel de educación superior de Latinoamérica y el Caribe en alcanzar este reconocimiento.

Este Sello reconoce a las instituciones de educación superior que promueven la perspectiva de género, incorporándola en políticas, prácticas y procedimientos, así como en los resultados e impactos en la formación profesional y la producción de conocimientos.

La UdeC obtuvo el máximo nivel de certificación que se otorga en este proceso, Sello de Oro. En el detalle, cumplió 55 de los 59 requerimientos del Sello, con una puntuación final de 93%.

El encargado del Sello PNUD-UdeC, Dr. Jaime Parra Villarroel, manifestó que “este resultado ha sido el producto de dos años de intenso trabajo para dar respuesta a los requerimientos establecidos”.

El Dr. Parra remarcó el hecho de que la Facultad de Ciencias Químicas (Campus Concepción) y Facultad de Ingeniería Agrícola (Campus Chillán) se incorporaron al proceso de manera voluntaria “implementando acciones orientadas al logro de los estándares del modelo de certificación y, con ello, obteniendo también el reconocimiento que implica el Sello de Igualdad de Género PNUD”.

FACULTAD PILOTO

Por su parte, la decana de Ingeniería Agrícola UdeC, Dra. María Eugenia González Rodríguez, afirmó que “la decisión de participar en el proceso es un hito trascendental para nuestra Facultad. Este compromiso refleja nuestra convicción de que la igualdad de género es un pilar fundamental de la excelencia académica, tal como se encuentra plasmado en el Plan Estratégico de la Facultad”.

“Participar en este proceso nos permite, en primer lugar, alinear nuestras acciones estratégicas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 5, reafirmando nuestro rol como agentes de cambio social. En segundo lugar, nos ofrece la oportunidad de fortalecer nuestra cultura institucional, garantizando un ambiente laboral y académico donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente, sin barreras ni discriminación. Además, nos desafía a integrar la perspectiva de género en nuestras estructuras, procesos y decisiones, lo que enriquecerá nuestra capacidad de innovar y responder a las demandas contemporáneas de la educación superior”, añadió la Dra. González.

Planteó, además, que “la certificación es clave para atraer más niñas a las carreras STEM, ya que demuestra nuestro compromiso con un entorno académico inclusivo y equitativo, donde ellas puedan desarrollarse plenamente”.

“Este proceso es una apuesta por el futuro. Nos permite dotar a nuestras y nuestros estudiantes de herramientas y valores que les permitirán desempeñarse como profesionales comprometidos con la equidad, la sostenibilidad y el respeto por los derechos humanos. Participar en esta certificación es mucho más que cumplir con indicadores; es un acto de responsabilidad, coherencia y visión que marcará el presente y el futuro de nuestra facultad”, puntualizó la decana.

PLAN ESTRATÉGICO

El vicedecano de Ingeniería Agrícola UdeC, Dr. Christian Folch Cano, detalló los principales aportes de la Facultad de Ingeniería Agrícola al logro de la certificación de la Universidad.

Apuntó a la integración de la perspectiva de género en el Plan Estratégico de la Facultad, que “permitió establecer compromisos formales hacia la equidad de género, alineando las acciones de la Facultad con los objetivos institucionales y las directrices del Sello”.

También destacó las capacitaciones internas enfocadas en buenas prácticas de género, presupuestos sensibles al género y técnicas de transversalización; así como la difusión de políticas y protocolos de equidad de género, en que se realizaron campañas activas para comunicar los avances en políticas institucionales, incluyendo la actualización del protocolo contra la violencia de género y la discriminación. De igual forma, relevó la implementación de una estrategia comunicacional inclusiva. En opinión del Dr. Folch, estas acciones contribuyeron a sensibilizar a toda la comunidad de la Facultad.

“Al ser una de las dos facultades piloto en el proceso, la Facultad aportó insumos clave para retroalimentar cómo se perciben y operan las acciones en un ámbito académico. Esto generó aprendizajes replicables para el resto de la institución”, aseveró el vicedecano.

CAMBIOS PROFUNDOS

La representante de la Facultad en el equipo institucional del Sello, Dra. Claudia Tramón Pregnan, contextualizó que “la certificación con el Sello Igualdad de Género consiste en 59 requerimientos, distribuidos en cinco ámbitos del quehacer institucional. Lo que se certifica es que la institución tiene procesos, personal, reglamentos, arquitectura institucional, infraestructura, unidades especializadas, presupuesto, etc., dedicados explícitamente al logro de la equidad de género”.

Consultada por los efectos concretos de esta certificación en la vida cotidiana de comunidad de la Facultad, la académica planteó que “se espera que impacte progresiva y significativamente, promoviendo cambios profundos en cinco aspectos principales”.

Apuntó a “un ambiente más equitativo y libre de discriminación, donde se prevengan y gestionen eficazmente los casos de violencia de género, garantizando seguridad y respeto para todos; mayor acceso a oportunidades, con procesos de selección, promoción y desarrollo profesional basados en criterios justos y balanceados, incluyendo una representación igualitaria en los espacios de decisión; una oferta académica transformadora, que incorpore la perspectiva de género en los currículos y fomente la producción de conocimiento inclusivo; fortalecimiento de capacidades, con formación continua en temas de igualdad, promoviendo una cultura institucional sensibilizada y capacitada; y una integración activa con redes y alianzas externas, impulsando iniciativas y colaboraciones que beneficien tanto a la comunidad universitaria como al entorno social, generando impacto positivo dentro y fuera de la institución”.




 




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