Facultad de Ingeniería Agrícola avanza con ronda de talleres de capacitación en potabilización y gestión del agua para escuelas rurales de Los Ángeles
- Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC
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La actividad se enmarca en el proyecto VRIM 2460, “Programa de Control en Sistemas Puntuales de Potabilización de Agua para su Manejo Adecuado en los Establecimientos Rurales Municipales de la Comuna de Los Ángeles”, respaldado por la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio de la Universidad de Concepción.

Con éxito, se llevó a cabo el Taller de Capacitación del proyecto VRIM 2460, “Programa de Control en Sistemas Puntuales de Potabilización de Agua para su Manejo Adecuado en los Establecimientos Rurales Municipales de la Comuna de Los Ángeles”.
La actividad se efectuó en las dependencias del Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial (CDTA) de nuestra Facultad, en la comuna de Los Ángeles, y fue organizada con el apoyo del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de la misma ciudad, contando además con la colaboración de la empresa Essbio.
El taller tuvo como objetivo capacitar a operadores y representantes de establecimientos educacionales rurales que dependen directamente del DAEM en el adecuado manejo y control de sistemas de potabilización de agua. Entre los asistentes estuvieron autoridades académicas, representantes del sector público, actores del mundo empresarial y miembros de comunidades escolares.
Bajo esta línea, la jornada contó con la presencia del Dr. Johannes de Bruijn, Director académico del Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial (CDTA) de Los Ángeles; Erika Sandoval en representación del Director Comunal de Educación del DAEM de Los Ángeles y el Sr Patricio Moraga Encargado de la Planificación y Proyecto de la Dirección Comunal de Educación.
Asimismo, participaron representantes de la empresa ESSBIO, entre ellos: Denny Mora, Subgerente de Confiabilidad Corporativa; Eduardo Álvarez, Subgerente Zonal Biobío; Doris Pino, Jefa de Calidad y RILES.
El encuentro también contó con la participación de representantes de diversos establecimientos educacionales rurales de la comuna de Los Ángeles, entre ellos: Escuela La Mancha G-904, Escuela Aguada de Cuel F-931, Escuela Guillermo Marín Carmona F-921, Escuela La Capilla G-895, Liceo Agroindustrial Llano Blanco, Escuela Básica Los Molinos, Escuela Básica La Quebrada F-903 y Escuela Básica La Leyenda.Asimismo, asistió el equipo escolar del Liceo Bicentenario Juanita Fernández Solar, junto a la docente Evelyn Fernández, encargada del Club de Ciencias.
Al respecto, el Dr. Johannes de Bruijn, Director del CDTA y profesor asociado de la Facultad de Ingeniería Agrícola, valoró el trabajo colaborativo entre los distintos actores presentes: “es muy importante para la universidad reunirnos y colaborar con la empresa privada, especialmente con ESSBIO, quienes han realizado una gran labor para contribuir al bienestar de nuestra comunidad en Los Ángeles. Creo que aprenderemos mutuamente: la empresa podrá beneficiarse de nuestra experticia académica, y nosotros de su experiencia en terreno”.
También destacó el impacto de la iniciativa: “este ha sido un proyecto extremadamente exitoso. A veces, los proyectos que no cuentan con grandes recursos son los que mejor se aprovechan. Este claramente ha despertado el interés del DAEM, de ESSBIO, de la universidad y de la comunidad. La cantidad de actividades adicionales que han surgido en torno a esta iniciativa es una muestra clara de su valor”.
Por su parte, Denny Mora, Subgerente de Confiabilidad Corporativa de ESSBIO, subrayó la relevancia de esta vinculación: “para nosotros es fundamental vincularnos con el medio, conocer las realidades de las comunidades rurales y acercarnos en torno a la calidad del agua. A la vez, nos interesa que estudiantes de carreras afines conozcan el trabajo que realizamos en la empresa privada y los desafíos a los que podrían enfrentarse en su futuro profesional”.
Desde el DAEM de Los Ángeles, Erika Sandoval, explicó el origen y la urgencia de este proyecto: “esta iniciativa nació de la necesidad real de nuestras escuelas, muchas de las cuales no contaban con conexión a redes de APR y sólo disponían de pozos. Si bien se aplicaba cloro, no se hacía de forma técnica. Gracias a este proyecto, hoy nuestros establecimientos están aprendiendo a manejar de manera adecuada la potabilización del agua”.
Además, agregó: “este proyecto beneficia directamente a nuestros estudiantes, y también brinda tranquilidad a sus familias, al saber que están consumiendo agua segura. Agradecemos enormemente a la universidad por incluirnos y por el trabajo que está realizando en favor de nuestras escuelas rurales”.
En la ocasión, la Dra. Margarita Ocampo, líder del proyecto, presentó un resumen de los avances alcanzados y del impacto generado. Al respecto, destacó que “este proyecto, que comenzó en 2024 con una duración de 18 meses y financiado por la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, fue inicialmente concebido como una intervención puntual en 23 establecimientos rurales. Sin embargo, el interés que ha despertado ha superado nuestras expectativas, motivando a otras comunas a replicarlo como un modelo de gestión del agua potable en contextos escolares rurales”.
La académica también enfatizó también el rol de la universidad en la transferencia de conocimiento: “este proyecto refleja claramente la función social de la universidad: aplicar los conocimientos generados desde la academia en beneficio de las comunidades. Está estrechamente vinculado con nuestras carreras, como Ingeniería Civil Agrícola, enfocada en el recurso hídrico y su captación, e Ingeniería Ambiental, centrada en asegurar las condiciones sanitarias y ambientales del agua para consumo humano”.
Finalmente, destacó el trabajo en conjunto con el equipo de profesionales del CDTA, además del valor que se desarrolle en el contexto rural: “Para las comunidades rurales, esto significa una alternativa real y segura en cuanto a la calidad del agua. No se trata sólo de consumo o recreación, muchas de estas escuelas preparan los almuerzos de los estudiantes, en muchos casos su única comida diaria. Por eso, garantizar la calidad del agua es fundamental y representa un acto de justicia social”.